Mobilizations of Paul Feyerabend’s pers
Mobilizations of Paul Feyerabend's perspectives on the ...
Somos un mismo pueblo con culturas diversas
El arte está inspirado primeramente por el ambiente geográfico, y luego, como dependencia directa de éste, por el ambiente biológico. La civilización más lejana de que tenemos noticia, la del antiguo Egipto, nos da un ejemplo perfecto de la influencia que el medio natural ejerce sobre la imaginación del hombre. Constituido el país por una estrecha faja de tierra fecundada por las aguas del Nilo, el Nilo es el núcleo
alrededor del cual se desenvuelve toda espléndida civilización egipcia, todo lo que de acerca o de lejos se relaciona con el gran río adquiere inmenso valor, y de allí que las representaciones fitomorfas lo llenen todo en el arte del antiguo Egipto. Por esto muy contadas serán aquellas pinturas o esculturas en donde no aparezcan representadas el pájaro y el loto que crecían profusamente en las tranquilas aguas de los canales, estanques y pantanos que dejaba el Nilo después de la inundación. Además estas simbólicas plantas, que también desempeñaban un papel capital en la alimentación del pueblo, se ofrecían constantemente a la mirada de los antiguos habitantes del país y fueron casi los únicos modelos que la naturaleza ofrecía a la inspiración a los artistas, pues la flora indígena no era de lo más variada;
reducíase ésta a la palmera de dátiles, la acacia, el sicomoro, el olivo, la higuera, el moral, el granado y algunas otras especies de menor importancia, y la fauna, terrestre al menos, era más pobre aún.
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