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Santo Tomé y Príncipe es actualmente un país con una economía caracterizada por el alto grado de endeudamiento y la dependencia en la ayuda internacional, en la que el sector agrario juega un papel importante, por el producto interno bruto que genera y el alto porcentaje de población implicada en la producción de alimentos. Por este motivo se considera fundamental promover políticas públicas que dinamicen la economía rural y posibiliten la seguridad y soberanía alimentaria, beneficiando a las poblaciones rurales donde la pobreza es más acentuada. Sin embargo, las políticas y proyectos institucionales realizados en las últimas décadas dirigidas a incentivar la producción de alimentos, tal vez por su falta de coherencia, no han conseguido mejorar la situación de estancamiento de la pobreza e inseguridad alimentaria, ni frenar la dependencia creciente de los alimentos importados o el éxodo rural en Santo Tomé y Príncipe. En este trabajo se ha realizado un estudio diagnóstico de la situación del sector agroalimentario y la producción de alimentos en el país con objeto de servir de base y de referencia para futuras intervenciones o proyectos emprendidos para la mejora de las pequeñas unidades productoras de alimentos y de las condiciones de vida en el medio rural. La información para el estudio se ha obtenido a partir de fuentes secundarias, en base a consultas de la literatura científica, informes gubernamentales, de instituciones internacionales o de organizaciones no gubernamentales que operan en Santo Tomé y Príncipe, así como de bases de datos estadísticos ofrecidos por entidades nacionales e internacionales. En los distintos apartados del trabajo se describe el país y se muestra y analiza la situación de la producción y los productores de alimentos. Además, el trabajo plantea la conveniencia de que las políticas y proyectos de intervención en el sector de la producción de alimentos consideren e incluyan actuaciones para incentivación del consumo de alimentos producidos en la zona, bajo la hipótesis de que el incentivo al consumo de alimentos locales servirá para mejorar la problemática de pobreza y falta de alimentos en el país. Las instituciones públicas, los actores privados, la sociedad civil en general y la cooperación internacional para el desarrollo, tienen en sus manos la posibilidad de coordinarse y actuar para contribuir al cambio de políticas, de mentalidad, de formas de trabajo y de hábitos alimentarios en los consumidores, que permitan valorizar los alimentos locales e incrementar su consumo, lo que a su vez, resulte en una reducción de la dependencia de alimentos básicos importados, un mayor grado de seguridad alimentaria y un beneficio para el desarrollo y las condiciones de vida de la población rural. |
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