Sumario: |
En un mundo que presume de ser globalizado, el impulso de determinadas políticas agroalimentarias puede generar graves impactos económicos, sociales y ambientales tanto en los países desarrollados como en los subdesarrollados. Estrategias como la liberalización del comercio de productos agrícolas o el productivismo son impulsadas desde los países ricos con el objetivo de hacer pagar a los pequeños la sobreproducción de los grandes. En este sentido, no son pocas las voces que reclaman una globalización de la democracia para contrarrestar el poder cada vez mayor de un capitalismo financiero puro y duro. En efecto, el mantenimiento del modelo de consumo occidental supondrá un renovado ciclo de explotación de los recursos naturales de los países más débiles, que acabará, entre otras consecuencias, con la pérdida de la soberanía alimentaria de los pueblos. |
Excepto si se señala otra cosa, la licencia del item se describe como Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International