Sumario: |
A partir de los años cincuenta del siglo pasado, los narradores que apostaron por reivindicar la situación del indígena en sus ficciones se inclinaron por perspectivas menos esquemáticas y en las que primaba la reivindicación cultural y mítica, alejándose de este modo de la visión europeizada, propia de la narrativa indianista, y de la reivindicación política tan afín al indigenismo. En la década de los ochenta, y tras el declive del neoindigenismo, la narrativa sobre el indígena adoptará otros modos de expresión literaria como lo es el testimonio, acercándose de este modo a la literatura que sobre el indio y su situación se generó a partir de los primeros años de la Conquista. |
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